Intelectual, político, historiador, papelista y biógrafo (Uncía, Potosí, 1922 – La Paz, 2009). Su educación la recibió en Oruro y La Paz (donde su lectura hizo que abrazara el marxismo y por ende formara parte de los Centros Estudiantiles).
Guillermo Lora sirvió en el Ejército en la ciudad de Cochabamba. En esa ciudad se inscribió en la facultad de Derecho, donde descubrió su pasión por la política y la literatura luego de leer Trotsky. Posteriormente enrumbó a La Paz donde concluyó sus estudios en la Universidad Mayor de San Andrés. “Por un acto de conciencia no defendí mi examen de grado”, concluía.
Su vida política se ligó al Partido Obrero Revolucionario (POR), creado por José Aguirre Gainsborg y Tristán Marof en 1935. Llegando con una diputación por Potosí (1948), se convirtió en el principal dirigente del partido, al que lideró hasta su muerte. Fundó los periódicos Lucha Obrera y Vocero de Combate (1947), ambos del Partido Obrero Revolucionario, de gran difusión, fue expresión de un periodismo revolucionario enérgico y esclarecedor.
A lo largo de su vida intelectual produjo un sinfín de obras dedicadas sobre todo a la clase trabajadora, destacando su historia, el movimiento obrero y la revolución boliviana. Sentó dos hitos en la historiografía boliviana: la Tesis de Pulacayo (1946) la cual proponía un salario básico vital, semana de 40 horas de trabajo, ocupación minera, control obrero entre otros y la Asamblea del Pueblo (1971). Tras el fracaso de la Asamblea, Lora fue exiliado por el gobierno de Banzer que había dado golpe de Estado el 21 de agosto de 1971.
Escritor prolífico, las obras completas de Lora fueron publicadas en sesenta y siete tomos. Entre sus obras principales se encuentran: La Revolución Boliviana (1963), Documentos Políticos de Bolivia (1970), Historia del Movimiento Obrero Boliviano (1976), Diccionario Político-Histórico-Cultural de Bolivia (1985).
Muchas son las anécdotas relacionadas con la faceta de bibliófilo de Lora. Luis Oporto G. (Revista Fuentes, vol.4, N° 7: 2010) ha recogido de la compañera de vida de Lora, Rina Pérez, las siguientes:
Cuando evoca su recuerdo, con voz quebrada relata pasajes imborrables: “Él ha pasado la vida sin comer, sin zapatos por un libro, se ha dedicado íntegramente a los libros de su biblioteca, ello refleja su personalidad, muy aparte de su vida intelectual”.
Guillermo Lora practicaba un curioso, pero efectivo método de adquisición de sus libros, que llevan sellos de varias bibliotecas particulares, pues fueron rescatados de diversos lugares. Al respecto Rina dice: “buscaba los obituarios, veía qué viuda (u otro heredero) y compraba sus libros, muchos fueron comprados a personajes famosos”
La Biblioteca particular de Guillermo Lora, adquirida por el ABNB en el año 2010, consta de un importante lote de 17.000 volúmenes de libros, folletos, 5.000 revistas, y varios documentos de su archivo personal.
SIGNATURA TOPOGRÁFICA: CP-GLE
